Poesías(VIII)
















209

Vi las luces,
todas ellas,
caóticas
ignoro ignorarlas
no puedo moverme,
siempre pasajero
de deseos ajenos
expulso al edén
que yo mismo cree,
donde he de morar
cuando vuelva la luz


212

Siento calidez en el rostro
mientras surco esas sendas extrañas
azules losas para pies húmedos,
caliento espesa miel de especias
adelante en los tercos caminos
prosigue la carne lúcida irónica,
pánico que discute a extraños
dios que mata muertos heroicos,
los cupidos de alas sangrantes
rezagados y con tristes semblantes.