Miro el manual de instrucciones y no te encuentro.
El día transcurre a pesar de todo. Las obligaciones se acaban y vuelo hacia lo que ahora puede ser algo llamado hogar.
Hoy los ojos se han vuelto curiosos, más de lo que suelen serlo. Las telarañas de la ciudad se funden en sombras. A un nivel distinto se adivina la desordenada asimetría de las calles, donde un espejo no acierta a reflejar la verdadera historia. Extrañamente vacío todo. Tal vez por eso salto de un punto a otro, buscando algo que merezca la pena.
Nadie sigue mi ritmo. Eso llamado tal cual lo digo, indefinido, apenas esbozo de actos que una vez se pensaron. La frontera del inconsciente se ve atravesada por lo inevitable
La estructura que no era tal se levanta del suelo con dudas, pero lo hace.
Huir al reino de lo imprevisto, solución número trece para los que no encuentran acomodo en este mundo de locos que no se dan cuerda.
Aquellos que no hacen caso a las señales acaban estrellándose contra sí mismos...
