Meditación del árbol


Cierro los ojos. Realizo tres respiraciones profundas. Imagino un árbol que esta frente a mí, a unos metros de distancia. Me acerco a él y lo abrazo. Comienzo a sentir la energía del árbol, permitiendo que entre en contacto conmigo. Después de unos momentos, deshago el abrazo.

Me doy la vuelta y apoyo la espalda contra el tronco, con todo mi peso, confiando. Ahora trato de sintonizar con el árbol, desdibujando aquello que me hace "ser" e imaginando que yo soy el árbol, me siento árbol. Comienzo a sentir como mis raíces se extienden profundamente en la tierra y extraen nutrientes, energía y vida de la madre tierra.

Con cada inhalación absorbo energía y la distribuyo por todo mi ser, desde las raíces hasta la copa y todas las ramas. Cuando exhalo expulso de mi cualquier emoción o pensamiento que bloqueen el fluir de la energía.

Permanezco realizando esta beneficiosa respiración el tiempo que considere necesario para regenerarme de la rutina diaria, los problemas y todas aquellas cosas que me alejan de mi centro.

Ahora concentro mi atención hacia lo alto, hacia las ramas y las hojas del árbol extendidas hacia el cielo. Al respirar extraigo la energía y la luz del Sol, el padre, y permito que esta energía benéfica me ayude a sanar.
A medida que respiro profundamente permito que entrenen mi mente los atributos paternales que de niño haya podido echar de menos en mi propio padre, tales como: CORAJE, SABIDURÍA, COMPRENSIÓN, ACEPTACIÓN... Me sumerjo en ellos sin oponer resistencia, y si la hubiera la observo con una sonrisa hasta que se disuelva por sí sola. Los dejo fluir hasta que poco a poco, vayan llenando los vacíos que pueda tener dentro de mí.

Vuelvo a tener conciencia de mi ser corporal, ya separado del árbol. Le agradezco su ayuda.
Ahora tengo un lugar al que acudir cuando necesite conectar conmigo mismo.

Poco a poco vuelvo a sentir el cuerpo, los pies, las manos, bostezo si es necesario, y abro los ojos cuando esté preparado.














Cambio de estación

Algo termina, algo empieza.
En ocasiones el simbolismo de las fechas puede ayudar.
Hoy cambiamos de estación, momento para recorrer lo hecho durante el año y plantar los nuevos deseos que queremos ver cumplidos.





Absurdos (X)






Desde el vacío siento un atisbo de verdad, entendiendo esta como una paz anhelada y ciertamente inalcanzable.
Lo dejado atrás se materializa en un país de fantasía que no puedo ver. Apenas atisbo un reflejo que de sentido al ayer. Nadie fluye en la vida a propósito para trascender lo suficientemente. 
Día tras día lo que nos ocupa es la desatención de los indeseados, ese murmullo que ignoras cuando pasas al lado, ese mismo.
La lluvia apacible transmuta el deseo en arcos sin consecuencia, en la ciencia de lo inabarcable.
Mis hormigas, pensamientos fieles, se agolpan como mazapanes en paz, insensibles con su descrédito, adheridas a pasiones sin fin ni sentido. 
Si en un no querer ser quisiéramos poner orden, bajo estructuras y antílopes, agazápate y crea, sé la base de la ciencia de los necios, la filosofía absoluta de los sin memoria.
Dentro de un diluvio de pasiones descansa el anteojo maldito de mil reputas andrajosas, con perdón de los andrajos, siempre vilipendio y demás.
Lo e vidente no deja que nadie lo a divine. 
Lo di vino no llegó nunca.









Meditación sobre el cariño

(para ser leída lentamente a un amigo o en silencio a uno mismo)

Siéntese cómodamente y dirija su atención poco a poco a su respiración.
Al aire que llega y entra profundamente en su cuerpo.
Dedique unos instantes a dejar que su atención se concentre en el ritmo tranquilo y pausado de la respiración.
Dirija su atención hacia dentro, comience a enviarse sentimientos bondadosos y amorosos hacia usted como si fuera su único hijo. Silenciosamente, en su corazón, diga: "Que consiga morar en mi corazón. Que consiga liberarme del sufrimiento. Que sea sanada. Que viva en paz."
Sienta el aliento respirando en la espaciosidad del corazón a medida que no relacionamos con nosotros mismos con compasión y cariño.
Permita que el corazón susurre en voz baja palabras de compasión, palabras que sanan: "Que yo more en mi corazón. Que consiga liberarme del sufrimiento. Que sea sanado. Que viva en paz."
Permita que la disposición a sanar aflore a su corazón.
Envíese sentimientos de bienestar con esas palabras.
"Que mi corazón florezca. Que conozca la alegría de mi verdadera naturaleza. Que sea sanado en este momento. Que viva en paz."

Repita suavemente con cada inhalación que llegue a su corazón: "Que yo more en mi corazón." Y con cada exhalación: "Que consiga liberarme del sufrimiento."
Y con la siguiente inhalación: "Que sea sanado."
Y con la siguiente exhalación: "Que viva en paz."
Repita estas palabras suave y amorosamente, con cada inspiración, con cada exhalación. No como una oración, sino extendiendo por todo su ser un amoroso bienestar. 
Observe qué limita ese amor, esa compasión, esa disposición a ser uno, a ser amado.
"Que yo more en mi corazón. Que consiga liberarme del sufrimiento. Que sea sanado. Que viva en paz."
Continúe con el ritmo de su respiración, con esta profundización de alegría compasiva y de cariño en cada inhalación, con su expansión en cada exhalación.
"Que mi corazón florezca. Que conozca la alegría de mi verdadera naturaleza. Que sea sanado en este momento. Que viva en paz."
Deje que su respiración continúe normalmente como compasión hacia usted mismo, ahora que ese ser interno se amplía y se expresa.

Aunque al principio sólo parezcan palabras, al continuar se experimenta un sentimiento de calidez con cada inhalación, y un sentimiento de paciencia con cada exhalación.
Inhalando calor, exhalando paciencia.
Dejando sitio para vivir, dejando sitio para sanar.
"Que yo more en mi corazón. Que viva en paz."
Cada inhalación profundiza el cálido cariño producido al relacionarnos con nosotros mismos con cariño y compasión. Cada exhalación profundiza la paz, expandiéndose en la espaciosidad del ser desarrollando la profunda paciencia que no espera que las cosas sean de otro modo, sino que se relaciona con cariño con las cosas como son.
"Que mi corazón florezca. Que conozca la alegría de mi verdadera naturaleza. Que sea sanado en este momento. Que viva en paz."
Permita la sanación con cada inhalación. Permítase sanar en el espacio de su verdadera naturaleza.
Prosiga esta apertura, este cariño unas cuantas respiraciones más, relacionándose con usted mismo con más cariño, enviando bienestar a su cuerpo y a su mente, abrazándose con estas palabras amorosas de sanación.

Ahora traiga amorosamente a su mente a alguien por quien usted sienta cariño y ternura.
Imagine a esa persona amada en su corazón, diga cada vez que inspire: "Que vivas en tu corazón. Que consigas liberarte del sufrimiento. Que seas sanado. Que vivas en paz."
Cada vez que inspire diga mentalmente: "Que vivas en tu corazón. Que tu corazón florezca."
Sienta con cada exhalación como se llena de su cariño mientras usted dice: "Que consigas liberarte del sufrimiento."
La siguiente inhalación le acerca a su corazón: "Que seas sanado."
La siguiente exhalación envía un deseo para su bienestar: "Que vivas en paz."
Continúe respirando en su corazón, susurrando en voz baja a usted mismo, a esas personas: "Que tu corazón siempre esté abierto. Que consigas liberarte del sufrimiento. Que seas sanado en este momento. Que vivas en paz."
Continúe esa amorosa respiración de conexión, ese dulce susurro de su deseo de felicidad y plenitud.
Permita que su respiración tenga un ritmo natural, suave, amoroso, con su corazón coordinado con sus palabras, con sentimientos concentrados de bondad y cuidados amorosos.
"Que vivas en tu corazón. Que te liberes de todo sufrimiento. Que seas sanado donde sea preciso. Que conozcas los más profundos niveles de paz."
Envíe su amor, su compasión, sus cuidados.
"Que tu corazón siempre esté abierto. Que consigas liberarte del sufrimiento. Que seas sanado. Que conozcas la mayor alegría, la mayor paz."

Y a medida que sienta a esas personas en su corazón, sienta a todo el mundo que ansía ser sanado, que desea conocer su verdadera naturaleza, que anhela estar en paz.
Y en su corazón, con cada inspiración, con cada exhalación murmure: "Que todos los seres se liberen del sufrimiento. Que todos los seres vivan en paz."
Deje que su cariño alcance a todos los seres como cuando lo hizo con su persona amada, sintiendo que todos los seres necesitan la sanación, necesitan conocer la paz de su verdadera naturaleza.
"Que todos los seres vivan en paz. Que todos los seres se liberen del sufrimiento."
"Que todos los seres sensibles, desde el más recién nacido, estén libres de miedo, que estén libres de dolor. Que todos los seres sanen en su verdadera naturaleza. Que todos conozcan l profunda alegría del ser absoluto."
"Que todos los seres alcancen la sanación y la plenitud. Que todos los seres se liberen del sufrimiento."
Que el mundo entero sea como una burbuja flotando en su corazón, abrazada por su cariño.
Cada inhalación trayendo el amor que sana el mundo, que profundiza la paz que todos buscamos.
Cada exhalación alimentando el mundo con compasión y misericorida, cariño y paciencia que tranquilizan la mente y abren el corazón. 
"Que todos los seres vivan en su corazón. Que todos los seres se liberen del sufrimiento. Que todos los seres sean sanados. Que todos los seres vivan en paz."

Inspire con tranquilidad. Exhale con suavidad. Deseos de bienestar y de compasión, de cariño y de bondad extendiéndose a este mundo que todos compartimos.
"Que todos los seres se liberen del sufrimiento. Que todos los seres moren en el corazón de la sanación. Que todos los seres vivan en paz."







Meditación sobre el perdón

(para ser leída lentamente a un amigo o en silencio a uno mismo. También puede ser grabada y escuchada posteriormente)


Reflexione un momento sobre lo que significa el perdón . ¿Qué es perdón? ¿Qué significa traer el perdón a su vida, a su mente?
Traiga ahora suavemente a su mente la imagen de alguien con quien esté resentido. Permita que se forme una imagen, una sensación de esa persona. Invite a esa persona a su corazón.
Observe los miedos la ira o aquellas cosas que puedan surgir que nieguen el acceso al corazón y deje que se disipen. No fuerce nada. Sólo es un experimento en la verdad que invita a esa persona a entrar.
 Silenciosamente, en su corazón, diga: "te perdono."
Ábrase a esa presencia y diga "Perdono todo daño que me hayas podido causar en el pasado, consciente o inconscientemente, con tus palabras, con tus acciones, incluso con tus pensamientos. Fuera como fuera el dolor que me hiciste en el pasado, te perdono."
Sienta por un instante la amplitud de su corazón, que siempre contiene la posibilidad del perdón.
Deje caer los muros, las barreras de resentimiento para que su corazón se libere, para que su vida se aligere.
"Perdono todo lo que me hiciste en el pasado, consciente o inconscientemente, con tus acciones, con tus palabras, incluso con tus pensamientos, con todo lo que hiciste, con todo lo que no hiciste. Fuera como fuera el dolor que llegó a mí a través de ti, te perdono. Te perdono."
Resulta tan doloroso sacarse a alguien del corazón... abandone ese dolor, prescinda de él. Deje que ambos sean tocados, aunque sólo sea en este justo instante, por la posibilidad, por la magia del perdón.
"Te perdono, te perdono."
Deje que esa persona esté ahí, en la tranquilidad, en el calor, en la paciencia del corazón. Que sea perdonada. Que la distancia entre ustedes desaparezca en la compasión y la misericordia.
Que así sea.
Ahora que ha terminado todos esos asuntos pendientes, disueltos en el perdón, deje que ese ser siga su camino. Sin sacarle de su corazón, dejándole seguir su camino tocado por la posibilidad y por la gracia del perdón.
Dese el tiempo necesario. Permita a esa persona marchar. Y observe sus sentimientos mientras tanto.

Ahora traiga a su mente la imagen de alguien que piense que está resentido con usted, alguien cuyo corazón se le haya cerrado.
Observe qué limita su entrada y suavice cualquier dureza. Déjela flotar.
Invite a esa persona a que entre en su corazón. Deje que los límites se desvanezcan compasivamente. Invite a esa persona y diga:
"Te pido perdón.
"Te pido perdón.
"Quiero volver a estar en tu corazón. Quiero que me perdones por todo lo que he hecho mal en el pasado, consciente o  inconscientemente, con mis palabras o mis acciones, incluso con mis pensamientos. Sea cual sea el modo en que yo te haya hecho daño, sean cuales sean mis confusiones o mis miedos que te hayan hecho daño, te pido perdón."
Sea compasivo con usted mismo. Sea compasivo con ellos. Permita que le perdonen.
Permita que su perdón le toque. Recíbalo. Deje que entre en su corazón.
"Te pido perdón por todo lo que haya podido hacerte daño en el pasado con mis miedos, con mi ignorancia, mi descuido, mi ceguera, mis dudas, mis confusiones. Sea como sea que te haya hecho daño, te pido que me dejes volver a tu corazón, te pido perdón."
Que así sea. Déjese ser perdonado.
Si su mente trata de bloquear el perdón con reproches, recriminaciones o juicios... observe lo poco compasivos que somos con nosotros mismos. Deje que ese estado mental poco amoroso se diluya en el calor y en la paciencia del perdón.
Deje que su corazón toque ese otro corazón, para que pueda recibir el perdón. Para que pueda volver a estar completo.
Que así sea.
Sienta el perdón tocarle.
Si su mente tira hacia atrás, si le dice que hay que sufrir y pagar los erores cometidos, observe con compasión a esa mente despiadada. Deje que se sumerja en su corazón. Deje que le toque la posibilidad del perdón.
Reciba el perdón.
Déjelo ser.
Diga adiós a esa persona y con una bendición deje que siga su camino tras haber compartido aunque sólo sea por un instante el corazón que se ha hecho uno, por encima de la confusión de las mentes aparentemente separadas.

Ahora, dulcemente, mire su corazón y diga: "Te perdono."
Resulta tan doloroso sacarnos a nosotros mismos del corazón.
Diga "Te perdono" a usted mismo.
Hable a su corazón, háblese a usted mismo empleando su nombre y diga: "... te perdono."
Si en su mente surgen otros pensamientos, si se le ocurre que es una tontería perdonarse a uno mismo, si juzga o si le toca con ira o con malevolencia, sienta esa pesadez y deje que se diluya. Observe lo despiadada que es a veces la mente y tóquela con su perdón.
Vuelva a su corazón.  Concédase el perdón.
Deje que el mundo vuelva a su corazón. Concédase el eprdón.
Deje que el perdón llene todo su cuerpo.
Sienta el calor y el cariño que desea su bienestar. Mírese como su único hijo, deje que este amor, esta compasión, esta misericordia le abrace. Déjese ser amado. Mire como el perdón aguarda su vuelta al corazón, su vuelta a casa.
¡Qué desagradables somos a veces con nosotros mismos! ¡Qué pocos compasivos! Déjelo pasar. Permita que el perdón le abrace. Sepa que en este momento está total y absolutamente perdonad0 Ahora sólo tiene que asumirlo. Véase a usted mismo en la mirada absolutamente compasiva de Buda, en el sagrado corazón de Jesús, en el cálido abrazo de la Diosa.
Permítase ser amado, permítase ser amor.
Y empiece a compartir este milagro del perdón, de la compasión, de la conciencia... que se extienda a todas las personas de su entorno.
Que a todos los toque la magia y el poder del perdón, porque todos ellos han sentido tanto dolor... porque han sacado a otras personas y a sí mismos de su corazón, porque se han sentido tan aislados, tan perdidos...
Aliéntelos con su perdón, con su compasión, para que ellos también sanen como usted.
 Sienta el corazón que compartimos lleno con el perdón... Para que todos seamos uno.
Deje que la compasión irradie desde usted hasta que abarque al mundo entero. Deje que todo el planeta flote como una burbuja en su corazón, que el mundo entero burbujee en un océano de compasión infinita.
Que todos los seres vivos se liberen del sufrimiento, de la ira, de la confusión, del miedo, de la duda.
Que todos conozcan la alegría de su verdadera naturaleza.
Que todos los seres vivos se liberen del sufrimiento.
Que el mundo entero flote en su corazón.
Todos los seres vivos liberados del sufrimiento. Todos los corazones abiertos, las mentes claras y serenas. Todos los seres en paz...
Que todos los seres, sea cual sea su nivel de realidad, su plano de existencia, visible o invisible, se liberen del sufrimiento.
Que todos estén en paz.
Que sane el mundo, tocando una y otra vez por el perdón. Que sanemos nuestros corazones y los corazones de los que amamos fundiéndonos en el perdón, fundiéndonos en la paz.




Desbloqueo del pecho (de pie)

De pie prestamos atención a nuestro cuerpo. Las rodillas un poco flexionadas, alineadas con la posición de los hombros. Los brazos cayendo a ambos lados. Los hombros descansan suavemente. El cuello permanece relajado. Aflojamos el rostro, suavizando la tensión de la mandíbula,  con la barbilla ligeramente metida hacia adentro. Desplazamos un poco la cadera hacia adelante. Para finalizar este reconocimiento inicial, sentimos que realmente nuestro cuerpo descansa en esta posición, sin tener más tensión que la estrictamente necesaria.

Ejercicio

Respiramos con lentitud, realizando en el momento de la inspiración un movimiento hacia atrás en el que llevaremos los brazos también hacia atrás a la vez que abrimos el pecho, llevando la cabeza un poco más allá de la vertical. Al espirar nos desplazamos hacia adelante, llevando los brazos hasta nuestro pecho con los puños cerrados, encogiéndonos hasta más o menos la mitad de la distancia que nos separa del suelo, sin exagerar tampoco el movimiento, trasladando la cabeza hasta que casi toquemos los puños con ella.

Esta secuencia se realizara a un ritmo lento, sin forzar en absoluto, ni el movimiento ni en la respiración. No es una carrera, es una secuencia que nos puede ayudar a desbloquear el pecho. zona donde siempre se acumulan muchas tensiones, por lo tanto es mejor escuchar al cuerpo y seguir el ritmo que mejor nos vaya, eso sí, sin autocomplacencia.

 

Poesía (XIV)




El dolor sigue oprimiendo
mientras los oídos son sordos
las manos caen al costado
no puedo ser yo
cuando lloro por dentro
y no me oigo

ya no te ignoro
empiezo a escuchar
no tengo prisa
después de lo pasado
recorreré el camino
mi camino
y te entenderé al fin



Poesía (XIII)


Amor abrazado a sí mismo
caracol imperturbable
un encierro de silencio
la duda no espera
creo algo extraño y difuso,
la verdad misma


Un grillo no deja de existir
mi canción no tiene nombre
el que suspira en mi oído 
se acerca sin ser
lo que fue 
lo que no es


Un día...













Un día te levantas y hace algo que no sueles.
Te olvidas de pedir, de juzgar y de esperar.
El tiempo pasa y tú observas.
Nada está mal, nada está bien, solo observas.
Observas en la acción justa, en su momento preciso.
No hay conflicto si no esperas que el mundo "sea".
La energía que ignoras está ahí esperando.
Puedes estar horas haciendo sin esfuerzo.
No hay que irse hacia adentro, el mundo sigue afuera.

Algo cambia, algo hace un clic.

Asurdos(IX)


Refugio. DesEsperanza. Me coabajo enemigo mismo. La mente fabric ó almenaras, a la hora brotan flores. Se podra caminar con pies maullidos respirando delicias...
Se construyen banco's alados de la misma espera nza, sende-ros s.e.r.p.i.e.n.t.e.s sin deseo cortarlo. 
 a lluvia diterpieza ellos cantornos de realidad.
Mi ciencia estallrá luz en despecho. La cárcel carnívora es sorbida por el tupido ángel de vida y descolorido. Lo que ahoraes, antes dejo pre tender coser vuela di lejos. Caminan te con el mismo ímpetu limpio interior mente.
Respirar la metáfora. Certero es el lúcido de coraza, libre de arcón, no sin tentar la brillante oscuridad. Pluma de vida y artificio. Dispenso a los de extintas inacciones.
Silban.a lo lejos en otros lugares, r e  f   u    g     i      o       s        a       t      ó     m    i   c  o s.

POESÍA(XII)




Me amas con tu desdén
tengo el corazón cerrado
cubierto de hojas de otoño
y silencios que mienten
 

No quiero odiarte,
y aún así lo hago:
lo hago con desprecio,
y rabia sin amo ni dueño,
disfrazada de sies y noes, .
El tiempo de hablar ya pasó.

No mereces que te odie,
pero alguien tenía que hacerlo,
ya lo hice y nada pasó

eche por la borda
la ingenuidad y la alegría
juzgué a muchos que no eran tú
como si lo fueran

Deseo

Adicción
 Odio.
Rabia.
Aceptación

Perdón.
 


¿podrás pasar por ellos?
¿podre pasar por ellos?
¿podremos pasar por ellos?
Solo quiero amarte

Amar me




Ho'oponopono

 



Para los antiguos hawaianos, todos los problemas se empiezan a gestar en los pensamientos. Tener pensamientos no es el problema. El problema está en todos nuestros pensamientos que se encuentren llenos de memorias dolorosas sobre personas, lugares o cosas. Nosotros somos la suma total de todas nuestras experiencias, lo que significa que estamos sobrecargados con nuestras experiencias del pasado. Cuando experimentamos stress o miedo en nuestras vidas, si miramos con cuidado, nos daríamos cuenta que la causa esta situada en nuestra memoria. Son las emociones que están ligadas a estas memorias que nos afectan ahora. El subconsciente asocia una acción o una persona en el presente con algo que paso en el pasado. Cuando esto ocurre, las emociones son activadas y se produce el stress,

El intelecto como tal no puede solucionar esos problemas porque él solamente gestiona procesos. Gestionar cosas no soluciona los problemas del todo. Tienes que dejar que fluyan.
Cuando se hace Hoo-Ponopono, la Divinidad se hace cargo de los pensamientos dolorosos, los neutraliza y los purifica. Haciendo Ho'o-Ponopono, tú no purificas personas, lugares o cosa alguna. En cambio, neutralizas la energía dolorosa que tú asocias con esas personas, lugares o cosas. Así que la primera etapa para hacer Ho'o-Ponopono es purificar energías.
Entonces tiene lugar algo maravilloso, No solamente la energía queda neutralizada, sino que se desprende, desaparece, quedando en su lugar una nueva página vacía en blanco, vacía, donde escribir de nuevo otra realidad. La etapa final es permitirle a la Divinidad hacer acto de presencia y rellenar el vacío de esa página en blanco con Luz Divina.

Para hacer Hoo-Ponopono no necesitas saber cual fue el error cometido o cual fue el problema. Apenas necesitas percibir la existencia de situaciones físicas, mentales o emocionales que te estén abrumando. Cuando lo hagas, tu responsabilidad estriba en comenzar inmediatamente a sanar la esencia de tales situaciones, diciendo simplemente:
  

LO SIENTO, PERDÓNAME, GRACIAS, TE AMO

Es tan simple como eso. 

Os añado un interesante enlace:

https://www.youtube.com/watch?v=Hv6xXa7axrc





 

POESÍA (XI)

















Desliza los pies por la vigilia del sueño,
alma inmortal que buscas emociones,
y recuerda,
no lo olvides nunca,
que allá donde mires a ti te hallaras
un reflejo de lo que odias
un anhelo de lo que reflejas,
alguien al que conoces
alguien al que no comprenderás jamas.

Siempre huyendo,
perseguido por la niebla del olvido
compañera fiel que camina a nuestra vera
suspirando y guiando mis, tus, sus pasos
en la búsqueda de algo sin término,
una metáfora que sea imperfección eterna,
una nada sin definir,
esa fiesta que vive y llora
lejos de arrecifes y peñascos,
entre las sombras y los hombres sin agallas,
cobardes que viven sin respirar y
ven sin querer vivir,
tropezando con estatuas de sal,
marionetas que danzan y bailan al aire
como pago por el espectáculo.

Qué fácil es rendirse y ver el muro,
claudicar y abandonar el tren postrero,
el que siempre va y nunca vemos.
No es tiempo ya de olvidar y...
Basta ya de huidas sin moverse del sitio,
basta ya de enfrentarse yéndose a otro lugar.
El destino se juzga igual en la ciudad sin nombre,
en la cama del moribundo
y en el amanecer de cada día eterno.
¿Juegas?

meditación de conexión con la tierra


Ponte en una postura cómoda. Cierra los ojos. Realiza una respiración profunda y lenta. A continuación vamos relajando el cuerpo, empezando por los pies y relajando cada parte, hasta llegar a la cabeza.

 Cuando estés relajado, imagina que desde la base de tu columna surgen unas raíces que se hunden en la tierra. Visualiza ahora que a través de esas raíces absorbes la energía de la tierra, de color plateado, y la llevas a todo tu cuerpo. Cuando te sientas lleno de esta energía visualiza que con cada respiración al inspirar absorbes esa energía de la madre tierra y al expirar devuelves amor al planeta tierra, ese gran ser vivo que nos acoge y nos permite existir a todos nosotros.
 Disfruta con ese flujo de energía y amor todo el tiempo que consideres necesario.
 Regresa al momento presente. Toma conciencia de tu cuerpo de nuevo. Abre los ojos.

Poesía (X)



 
Me olvido de ser,
busco consuelo
en lugares lejanos
y sendas oscuras.
Nadie me encuentra
y los lobos cuidan de mí,
forjo mi destino
entre zarzas y barro
lejos de los hombres
ajeno a las palabras

*****

Escribo mi vida
entre letras y silencios
y sueño el mañana







Meditación con amatista





Nos ponemos en una posición en la que estemos cómodos, ya sea sentados o tumbados, con una amatista en la mano, y cerramos los ojos.
 Ahora hacemos una respiración profunda. A continuación pensamos en algo que nos perturbe, como estrés mental, una idea obsesiva, un temor, insomnio, miedo a la soledad, y volvemos a respirar profundamente.

 Concéntrate ahora en la amatista que sostienes. Imagina que puedes conectar con ella, con su vibración, y deja que vuestras energías se fundan. Permite que su energía y color se extienda por tu cuerpo y por tu aura. Si en algún momento sientes que piensas en otra cosa, concéntrate de nuevo en la energía del mineral.

 Sigue sumergiéndote en la amatista , relajándote cada vez más, permitiendo que la vibración del cristal entre en ti.

 Céntrate ahora en él, mira a ver si coenctas con algún mensaje que el mineral tenga para ti...

 Coloca ahora la amatista en el centro de la frente y sentimos su energia sanadora actuando en nosotros.

 Lleva ahora la amatista al centro del pecho y visualiza la emoción que quieres transformar. Siente como actua la energía sanadora  de la amatista y nos proporciona paz, bienestar y confianza. Poco a poco la emoción que nos agobiaba se diluye y desaparece.

 Una vez nos sintamos liberados, la llevamos de nuevo a la frente. Ahora nos centramos en las ideas
o pensamientos que nos están frustrando, y visualizamos como desde la gema emana un rayo de luz violeta que envuelve nuestra cabeza completamente. Esta luz absorbe todo lo que nos hace daño y lo
transforma en paz y relajación. Nos aporta confianza en nosotros mismos y tranquilidad.

 Una vez que hayan menguado los pensamientos confusos llevamos la gema hasta debajo de nuestra boca, respiramos sobre ella y le damos las gracias.

 Siente que su energía, que recorre todo tu cuerpo te vigoriza y te llena de energía.

 Cuando notes que debes terminar céntrate de nuevo en el cristal y ve saliendo poco a poco del estado de relajación.

 











Relajación (I)


Introducción

 Para empezar túmbate en el suelo, sobre una superficie mullida, una colchoneta, esterilla, una manta o similar. De esta manera se pretende apoyar la espalda totalmente, cosa que no conseguiríamos en la cama. Para tal fin puede ayudar que coloques cojines, almohadas o algo blando bajo las rodillas para favorecer que las lumbares estén totalmente planas.

 Queda a la elección de cada uno el apoyar la cabeza utilizando una almohada o no, dependiendo de lo cómodo que se este o no con ella. Si utilizamos una, lo más normal es que nos quedemos dormidos en el proceso de relajación, aunque eso no es negativo. En todo caso, con algo de práctica conseguiremos realizar la rutina completa sin abandonarnos al sueño.

 Es aconsejable cubrirse con una manta o similar, ya que normalmente al acabar la relajación nuestra temperatura corporal habrá descendido. Si llevamos una ropa cómoda, sin cinturones ni nada que nos apriete facilitaremos la propia relajación.

 Sería conveniente realizar la relajación en un lugar donde sepamos que no vamos a ser importunados durante el tiempo de la misma. Para ayudarnos en el  proceso podemos recurrir a música relajante, que puede sonar en el ambiente o  a traves de unos auriculares. Si nos sentimos cómodos con ellos, también podemos utilizar tapones para los oídos.

 Yo recomiendo una duración de entre veinte y treinta minutos para poder hacerla con tranquilidad. Aunque si dispones de menos tiempo siempre es mejor dedicar cinco o diez minutos de tu tiempo a ti mismo que nada, evidentemente.

Tal vez al principio notes que alguna tensión que tienes en el cuerpo, seas consciente o no de ella, se hace visible mientras realizas la relajación. El hecho de que aparezca esa tensión es positivo, ya que la estas trayendo a tu nivel de atención consciente. En el momento en el que somos capaces de prestar atención a algo, estamos en el primer paso para poder afrontarlo.  El hecho de percibir esa tensión no significa que ahora estemos peor, al contrario. Si perseveramos, esa tensión se aflojara en unas cuantas sesiones.



Relajación

 Cierra los ojos. Realiza una inspiración profunda, imaginando que respiraras con todo tu cuerpo. Ahora, mientras mantienes el aire en tus pulmones contrae todos los músculos de tu cuerpo durante tres segundos. Ahora expulsa todo el aire y relájate completamente. Realiza esta secuencia una vez. Si te sientes cómodo con ella puedes realizarlo un par de veces más.

 Presta atención ahora a la respiración. Concéntrate, sin forzarla, dejando que siga su curso natural, en la fase en la que sueltas el aire. Visualiza que la tensión se va de tu cuerpo con el aire que expulsas. Mantén esta práctica durante unos minutos.

 Comienza ahora un recorrido por tu cuerpo. Visualiza ahora en toda esta secuencia tanto lo interno como lo externo: huesos, músculos, tendones, órganos y piel, de dentro hacia afuera, teniendo como objetivo en todo momento el relajar de forma consciente tu cuerpo recorriéndolo en su totalidad.
 Empieza desde abajo hacia arriba. Pie derecho, rodilla y muslo hasta llegar a la cadera. A continuación pie izquierdo, rodilla y muslo. Ahora relaja la cadera, vientre, estómago, órganos internos, pecho, los pulmones y el corazón. Seguidamente la espalda en toda su extensión. Ahora el brazo derecho, desde la mano, pasando por el codo, hasta llegar al hombro. Ahora la mano izquierda, codo y llegamos al hombro izquierdo. Ahora el cuello, y finalizamos con la cabeza.

 Realiza nuevamente el recorrido, pero en esta ocasión concentrate en sentir como te "hundes"poco a poco en el suelo. Comenzamos por el pie derecho, rodilla y muslo hasta llegar a la cadera. A continuación pie izquierdo, rodilla y muslo. Ahora la cadera, el vientre, el pecho y la espalda en toda su extensión. Continuamos por el brazo derecho, la mano y el codo hasta llegar al hombro. Ahora la mano izquierda, codo y llegamos al hombro izquierdo. Terminamos con el cuello y la cabeza.
 
 Ahora vamos a entrar en el último paso de nuestra relajación. Imagina que mientras inspiras te llenas de energía, y al expirar expulsas cualquier tensión que puedas tener en tu cuerpo. Mantén esta práctica durante unos minutos.

 Poco a poco vuelve a sentir tus pies y manos, las extremidades, el tronco, la cabeza. Desperézate si lo consideras necesario. Abre los ojos y disfruta de este nuevo estado.





Absurdos (VIII)


Ningún no podrá caramelo.
 Vivo en un cuento de mil demonios, sin creármelo ni con gafas de disminución.
 En realidad me siento peor por no estar de pie.
 Ca valgo más de lo pre visto, lugar anterior a la visión futura.
 Nada se consigue sin esperarte lo un rato.
 Cierto olor, verdad fétida, ciudad mal dicha.
 Torcido como el renglón que no va a ninguna comparte me dejo irme a lugar alguno.
 La tristeza me encumbre, mirando una caída de indiferencia bursátil, el juego de niños inmaldados, esa tu niebla de los in comprendido s.
 Se lleno de l polvo que no quieres des vestir. Sin vuelta s atr as, alto y descaro.
 Se me duer me la es pe ranza de parecer in crédulo.
 A veces me desvisten sien do un in solito solo uno, siempre para donde.
 Inundo tu buzón de silencio con la fuerza del la suplica re petida.
 Te arro dilo las rodillas sin sentirlo.
 Alguno delante más son, ríe, detrás de las secas espadas en ninguno lo bajo.
 Bolsillo vacío de mínimas intenciones, en el juego de suspirar por lo ajeno para sentir lo propio.
   

Subidas y bajadas

 
No se que decir. No se que hacer. El vacío que amenaza con devorarme es infinito. Nada lo sacia. 
A veces soy crítico con el mundo y conmigo. A veces me vuelvo indispensable para otra persona. A veces soy el mejor y siempre compito. A veces busco aquello que se que no tendré. A veces me mantengo apartado e inaccesible. A veces dudo sobre que hacer. A veces no me comprometo, y busco aventuras. A veces me gusta tener el control y discutir. Y a veces comprendo mejor a los demás que a mí mismo. A veces...

 Siempre se oye esa voz que te susurra: -déjalo, solo por esta vez. Podrás volver cuando quieras. Todo seguirá igual, te lo juro. ¿Para que esforzarse? Hazme caso, mejor descansa.
 
 Conozco el camino. Las herramientas siguen ahí. Aparecieron a lo largo de los años. Yo solamente me fijé en unas y descarté otras. Tengo constancia. Conozco mis límites. Lucho por mis objetivos. No me detengo, pese a saber que nunca llegaré, El camino no termina. La perfección es efímera, inalcanzable, sublime objetivo. 

  Mi destino, el nuestro, el de todos, es ser lo máximo que podamos en esta vida, ahora sin excusas, sin quejarse de nada ni de nadie, haciéndonos dueños de nuestro presente. Sin ataduras, agradeciendo a los que estuvieron, a los que no supimos ver cuando pasaron por nuestro lado, a los que parece que son una piedra en el zapato, a los que estarán y sobretodo a mi mismo, a ti, al otro...








 

Eso que tal vez sea



 La mayor parte del tiempo nos creemos libres de pensamiento y acción. Aparentemente podríamos hacer casi cualquier cosa, dentro de los límites que nos imponen las leyes y las convenciones sociales de la cultura en la que hemos sido criados.
 La paradoja es que pudiendo caminar por un amplio prado escogemos hacerlo por por un estrecho camino, y aun así pensamos que somos afortunados por disponer de ese camino para nosotros solos. 
 Es sencillo observar los defectos de los demás y aconsejar sobre tal o cual asunto sobre el que pensamos que deberían hacer algo al respecto. Toda nuestra buena intención se vuelve estéril cuando actuamos sin pensar en que tal vez el otro no desee nuestra ayuda; en todo caso en el momento que realmente la necesite nos lo hará saber, o tal vez no.
 Lo que no resulta tan común es observar los propios defectos y dejar de actuar de forma mecánica, sin esa aparente libertad de la que disponemos. No hay nada más alejado de esa libertad que responder de la misma forma a un mismo tipo de estímulo. 
 Aquella respuesta que en cierta ocasión nos resultó de utilidad puede no serlo más adelante, ¿no es cierto? Incluso sabiendolo racionalmente caemos una y otra vez en la reiteración. 
 En esas ocasiones en las que se rompe la absurda repetición se aprecia un gran alivio, como si por un instante recuperáramos una fracción de esa libertad de la que hablábamos. Es muy humano repetir infinitamente los mismos errores, pero también tenemos la capacidad de aprender de ellos y comportarnos como algo más que seres siendo arrastrados por las emociones más básicas . 
 Cada cual que decida su propio camino. YO, aunque sea poco a poco, escojo aprender.




  

Imagina que nuestro presidente(cualquiera de ellos) hubiera dicho esto...


 Aunque parezca increible, el siguiente discurso lo da el presidente de Uruguay, o sea, un politico en activo. Os dejo el link al video, y además la transcripción del discurso.


Video descargado desde:
https://www.youtube.com/watch?v=tcADPhlribY



Discurso descargado desde:
http://estudiosdelaener.blogspot.com.es/2012/06/notable-discurso-de-jose-mujica.html

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Texto del discurso pronunciado por José Mujica, Presidente de la República del Uruguay, en la cumbre Río+20

Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias a la buena fe que, seguramente, han manifestado todos los oradores que me precedieron.
Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?
¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discusión? Porque hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.
¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.

El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.
Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.

La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.

Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana