Textos (XII)




Mar brava. Cielo encapotado. Nubes de tormenta. Las olas se suceden. Seis, siete, ocho metros.       Comienza a llover con furia. Un barco en medio de la tempestad. Si pudiera decirnos cómo se siente tal vez no quisiera decirnos nada. Tal vez llevara la cabeza gacha y mirara al suelo. Tal vez. Confusión. Falta de claridad. Las cosas están fuera de lugar. Caos que no puede deshacerse. Es necesario algo para seguir adelante. Un método contundente. Puede que algo no demasiado ortodoxo. Cada mente es un universo indescifrable desde el exterior. Lo que para uno funciona puede resultar una locura visto desde fuera. Pese a lo irracional que pudiera parecer funciona. Una paso más en la evolución, camino o como se le quiera llamar. Un recorrido ya transitado que vuelve a llamar a la puerta. Conexión cuerpo mente. A través de un cuerpo liberado en cualquier grado de sus tensiones la mente responde como un aliado y no como un saboteador compulsivo. Hay un tiempo para cada cosa. Sale el sol. La mar es plana y apacible. Las nubes se alejan. El barco sigue su rumbo. Hasta la próxima tempestad y la próxima calma.

Dos

Confianza. Te dejas llevar. Escuchas. Fluyes. Sientes. No estás solo. No haces sin pensar. El otro es un reflejo de tí mismo. Debes tratarlo con cuidado. No debes imponer tu voluntad a cualquier precio. Ni aquí ni en ninguna parte deberías hacer eso. Si una persona quiere un apretón de manos no le das una palmada en el culo, por poner un ejemplo de lo que quiero decir, y un tanto burdo la verdad. La cabeza no soluciona problemas, solamente los crea la mayoría de las veces, por lo tanto hay que discriminar con cuidado cuando escucharla y cuando no. Si alguien, que realmente eres tú mismo, te dice que algo no funciona la actitud más adecuada no es ponerse a la defensiva. Esto no es una lucha de egos. Nadie gana y nadie pierde. Yo te hablo. Lo menos que deberías hacer es escuchar con humildad. Si no me escuchas a mí creo que tampoco te permitirás escucharte a tí mismo. Y si no haces eso te pierdes el 90% de la realidad, la tuya propia y lo que eso significa en la de los demás. Es una lástima.
Yo no te guardo rencor. Me he intentado comunicar. Si cierras esa posibilidad y sueltas un: -pués a partir de ahora mejor que no coincidamos no has entendido lo que se está trabajando aquí. No hay distinción entre el otro y uno mismo. Lo que le haces al otro te lo haces a tí mismo. Es muy sencillo. Ahora tú escoges.

Dos

Caos y desorden para llegar. La mente sigue en su paraíso particular. Alterando un estado de tranquilidad que debería ser el gobernante. En la fase de movimiento inconsciente hay realmente una buena liberación de tensiones. A lo mejor hasta un poco descontroladas. Pequeño dolor de lumbares que se acrecienta con el paso de los minutos. La percepción habla. Incomodidad forzada. ¿Cuando parar y cuando es necesario avanzar? La lucha eterna, o la correcta toma de decisión. Zonas que antes dolían ahora están en paz. Por un rato. Si no cambia el pensamiento seguirá el patrón de dolor.

Uno

Demasiada carga mental como para disfrutar algo. Los ruidos se acrecientan. Algo se resiste todavía. Pequeño comienzo. Desde el cuerpo la miente a veces se aquieta. No importa el lugar sino lo que haces en él. En cualquier parte puedes ser más . No hace falta engalanarlo demasiado. No hay excusas. La sabiduría se intuye precisamente por la falta de ella a un nivel aparente.