(para ser leída lentamente a un
amigo o en silencio a uno mismo. También puede ser grabada y escuchada
posteriormente)
Reflexione un momento sobre lo
que significa el perdón . ¿Qué es perdón? ¿Qué significa traer el perdón a su
vida, a su mente?
Traiga ahora suavemente a su
mente la imagen de alguien con quien esté resentido. Permita que se forme una
imagen, una sensación de esa persona. Invite a esa persona a su corazón.
Observe los miedos la ira o
aquellas cosas que puedan surgir que nieguen el acceso al corazón y deje que se
disipen. No fuerce nada. Sólo es un experimento en la verdad que invita a esa
persona a entrar.
Silenciosamente, en su corazón, diga: "te perdono."
Ábrase a esa presencia y diga "Perdono todo daño que me hayas podido causar
en el pasado, consciente o inconscientemente, con tus palabras, con tus
acciones, incluso con tus pensamientos. Fuera como fuera el dolor que me
hiciste en el pasado, te perdono."
Sienta por un instante la
amplitud de su corazón, que siempre contiene la posibilidad del perdón.
Deje caer los muros, las barreras
de resentimiento para que su corazón se libere, para que su vida se aligere.
"Perdono todo lo que me hiciste en el pasado, consciente o inconscientemente,
con tus acciones, con tus palabras, incluso con tus pensamientos, con todo lo
que hiciste, con todo lo que no hiciste. Fuera como fuera el dolor que llegó a
mí a través de ti, te perdono. Te perdono."
Resulta tan doloroso sacarse a
alguien del corazón... abandone ese dolor, prescinda de él. Deje que ambos sean
tocados, aunque sólo sea en este justo instante, por la posibilidad, por la
magia del perdón.
"Te perdono, te perdono."
Deje que esa persona esté ahí, en
la tranquilidad, en el calor, en la paciencia del corazón. Que sea perdonada.
Que la distancia entre ustedes desaparezca en la compasión y la misericordia.
Que así sea.
Ahora que ha terminado todos esos
asuntos pendientes, disueltos en el perdón, deje que ese ser siga su camino.
Sin sacarle de su corazón, dejándole seguir su camino tocado por la posibilidad
y por la gracia del perdón.
Dese el tiempo necesario. Permita
a esa persona marchar. Y observe sus sentimientos mientras tanto.
Ahora traiga a su mente la imagen
de alguien que piense que está resentido con usted, alguien cuyo corazón se le
haya cerrado.
Observe qué limita su entrada y
suavice cualquier dureza. Déjela flotar.
Invite a esa persona a que entre
en su corazón. Deje que los límites se desvanezcan compasivamente. Invite a esa
persona y diga:
"Te pido perdón.
"Te pido perdón.
"Quiero volver a estar en tu corazón. Quiero que me perdones por
todo lo que he hecho mal en el pasado, consciente o inconscientemente, con mis palabras o mis
acciones, incluso con mis pensamientos. Sea cual sea el modo en que yo te haya
hecho daño, sean cuales sean mis confusiones o mis miedos que te hayan hecho
daño, te pido perdón."
Sea compasivo con usted mismo.
Sea compasivo con ellos. Permita que le perdonen.
Permita que su perdón le toque.
Recíbalo. Deje que entre en su corazón.
"Te pido perdón por todo lo que haya podido hacerte daño en el
pasado con mis miedos, con mi ignorancia, mi descuido, mi ceguera, mis dudas,
mis confusiones. Sea como sea que te haya hecho daño, te pido que me dejes
volver a tu corazón, te pido perdón."
Que así sea. Déjese ser
perdonado.
Si su mente trata de bloquear el
perdón con reproches, recriminaciones o juicios... observe lo poco compasivos
que somos con nosotros mismos. Deje que ese estado mental poco amoroso se
diluya en el calor y en la paciencia del perdón.
Deje que su corazón toque ese
otro corazón, para que pueda recibir el perdón. Para que pueda volver a estar completo.
Que así sea.
Sienta el perdón tocarle.
Si su mente tira hacia atrás, si
le dice que hay que sufrir y pagar los erores cometidos, observe con compasión
a esa mente despiadada. Deje que se sumerja en su corazón. Deje que le toque la
posibilidad del perdón.
Reciba el perdón.
Déjelo ser.
Diga adiós a esa persona y con
una bendición deje que siga su camino tras haber compartido aunque sólo sea por
un instante el corazón que se ha hecho uno, por encima de la confusión de las
mentes aparentemente separadas.
Ahora, dulcemente, mire su
corazón y diga: "Te perdono."
Resulta tan doloroso sacarnos a
nosotros mismos del corazón.
Diga "Te perdono" a usted mismo.
Hable a su corazón, háblese a
usted mismo empleando su nombre y diga: "...
te perdono."
Si en su mente surgen otros
pensamientos, si se le ocurre que es una tontería perdonarse a uno mismo, si
juzga o si le toca con ira o con malevolencia, sienta esa pesadez y deje que se
diluya. Observe lo despiadada que es a veces la mente y tóquela con su perdón.
Vuelva a su corazón. Concédase el perdón.
Deje que el mundo vuelva a su
corazón. Concédase el eprdón.
Deje que el perdón llene todo su
cuerpo.
Sienta el calor y el cariño que
desea su bienestar. Mírese como su único hijo, deje que este amor, esta
compasión, esta misericordia le abrace. Déjese ser amado. Mire como el perdón
aguarda su vuelta al corazón, su vuelta a casa.
¡Qué desagradables somos a veces
con nosotros mismos! ¡Qué pocos compasivos! Déjelo pasar. Permita que el perdón
le abrace. Sepa que en este momento está total y absolutamente perdonad0 Ahora
sólo tiene que asumirlo. Véase a usted mismo en la mirada absolutamente
compasiva de Buda, en el sagrado corazón de Jesús, en el cálido abrazo de la
Diosa.
Permítase ser amado, permítase
ser amor.
Y empiece a compartir este
milagro del perdón, de la compasión, de la conciencia... que se extienda a
todas las personas de su entorno.
Que a todos los toque la magia y
el poder del perdón, porque todos ellos han sentido tanto dolor... porque han
sacado a otras personas y a sí mismos de su corazón, porque se han sentido tan
aislados, tan perdidos...
Aliéntelos con su perdón, con su
compasión, para que ellos también sanen como usted.
Sienta el corazón que compartimos lleno con el
perdón... Para que todos seamos uno.
Deje que la compasión irradie
desde usted hasta que abarque al mundo entero. Deje que todo el planeta flote
como una burbuja en su corazón, que el mundo entero burbujee en un océano de
compasión infinita.
Que todos los seres vivos se
liberen del sufrimiento, de la ira, de la confusión, del miedo, de la duda.
Que todos conozcan la alegría de
su verdadera naturaleza.
Que todos los seres vivos se
liberen del sufrimiento.
Que el mundo entero flote en su
corazón.
Todos los seres vivos liberados
del sufrimiento. Todos los corazones abiertos, las mentes claras y serenas.
Todos los seres en paz...
Que todos los seres, sea cual sea
su nivel de realidad, su plano de existencia, visible o invisible, se liberen
del sufrimiento.
Que todos estén en paz.
Que sane el mundo, tocando una y
otra vez por el perdón. Que sanemos nuestros corazones y los corazones de los
que amamos fundiéndonos en el perdón, fundiéndonos en la paz.