Absurdos (X)






Desde el vacío siento un atisbo de verdad, entendiendo esta como una paz anhelada y ciertamente inalcanzable.
Lo dejado atrás se materializa en un país de fantasía que no puedo ver. Apenas atisbo un reflejo que de sentido al ayer. Nadie fluye en la vida a propósito para trascender lo suficientemente. 
Día tras día lo que nos ocupa es la desatención de los indeseados, ese murmullo que ignoras cuando pasas al lado, ese mismo.
La lluvia apacible transmuta el deseo en arcos sin consecuencia, en la ciencia de lo inabarcable.
Mis hormigas, pensamientos fieles, se agolpan como mazapanes en paz, insensibles con su descrédito, adheridas a pasiones sin fin ni sentido. 
Si en un no querer ser quisiéramos poner orden, bajo estructuras y antílopes, agazápate y crea, sé la base de la ciencia de los necios, la filosofía absoluta de los sin memoria.
Dentro de un diluvio de pasiones descansa el anteojo maldito de mil reputas andrajosas, con perdón de los andrajos, siempre vilipendio y demás.
Lo e vidente no deja que nadie lo a divine. 
Lo di vino no llegó nunca.