Dos

Caos y desorden para llegar. La mente sigue en su paraíso particular. Alterando un estado de tranquilidad que debería ser el gobernante. En la fase de movimiento inconsciente hay realmente una buena liberación de tensiones. A lo mejor hasta un poco descontroladas. Pequeño dolor de lumbares que se acrecienta con el paso de los minutos. La percepción habla. Incomodidad forzada. ¿Cuando parar y cuando es necesario avanzar? La lucha eterna, o la correcta toma de decisión. Zonas que antes dolían ahora están en paz. Por un rato. Si no cambia el pensamiento seguirá el patrón de dolor.

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