meditación de conexión con la tierra


Ponte en una postura cómoda. Cierra los ojos. Realiza una respiración profunda y lenta. A continuación vamos relajando el cuerpo, empezando por los pies y relajando cada parte, hasta llegar a la cabeza.

 Cuando estés relajado, imagina que desde la base de tu columna surgen unas raíces que se hunden en la tierra. Visualiza ahora que a través de esas raíces absorbes la energía de la tierra, de color plateado, y la llevas a todo tu cuerpo. Cuando te sientas lleno de esta energía visualiza que con cada respiración al inspirar absorbes esa energía de la madre tierra y al expirar devuelves amor al planeta tierra, ese gran ser vivo que nos acoge y nos permite existir a todos nosotros.
 Disfruta con ese flujo de energía y amor todo el tiempo que consideres necesario.
 Regresa al momento presente. Toma conciencia de tu cuerpo de nuevo. Abre los ojos.

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