Textos(IV)





















Cuando no sabes que decir lo mejor es permanecer en silencio para no despertar a los muertos. Los deseos se vuelven insubstanciales, materia impropia de los seres sintientes.
A veces, cuando menos te lo esperas, se rompe la barrera que separa lo cotidiano de lo que alguna vez se puede llegar a ser. Aunque tal vez no sea hoy.
A cada linea, a cada verso escrito creo ver desmoronarse lo imperfecto de esta realidad.
Critico despiadadamente por aquello que no se puede hacer. Lo que mas siento es contener este llanto eterno que anida en el pecho de los caídos.
Nada tiene sentido. Las notas de la realidad que nunca sabe culminarse esperan un alma caritativa que les cante algo al oído para poder realizarse. Todos entienden lo que no saben, e ignoran lo sabido. Juego de estupideces que se concatenan para acabar estallando contra el asfalto. Miles de vidas perdidas cuando las copas vuelan libres hacia ninguna parte.
No encontraras victorias aquí, junto a la sombra de los inmaduros. Destrucción disfrazada de buenas intenciones, eso podría resultar su mejor coartada. Ningún interrogatorio conseguirá arrancar la verdad esencial al mundo despótico de los individualistas. Reyezuelos inmundos que reptan por oficinas y mercados bursátiles, así son ellos. Los descubrirás por su aparente e inmaculada vestimenta. Cuanto mas perfumada es la fachada mas hediondo es el interior.
Gatos de porcelana saludan arrancando sus cabezas ante el paso de las majestades del absurdo. Tamaño sacrificio debería ser XXL. Y una vez mas se acabo aquello que no empezó.

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