Repetimos



Practicas algo. Repetidamente. Hay resistencias sobretodo mentales. Consigues empezar y pasados cinco minutos miras el reloj nervioso, controlando el tiempo. En la definición de boicotearse a uno mismo debería aparecer esto. Dudas de si realmente debes seguir pero no puedes permitirte fallarte de nuevo. Para hacerlo sufres y mientras lo haces disfrutas. La paradoja es que cuando lo haces te sientes fantásticamente. Te quedas con la sensación de que deberías haber invertido más tiempo ¿En qué quedamos? Hay un cierto miedo a no sé, ¿a disfrutar demasiado? Podría ser. Imagina si disfrutas demasiado desmontas la teoría de que hemos venido al mundo a sufrir. Todos aquellos que se ganan la vida "arreglando" a los demás se les jode el chiringuito. Imperdonable. 

Hay breves momentos, a veces segundos en que el cerebro deja de esforzarse y actúas sin pensar y de forma correcta, sabiendo qué hacer y sin aparente esfuerzo. Magia y fluidez al unísono. Ojala pudiera ser así todo el tiempo. Ese es el objetivo a cumplir, no solo con esto sino con todas las cosas. Fluir siendo uno con aquello que haces. ¡Maravilla! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario