Personal (VII)

Vestido de payaso de circo. Un acróbata de la nula indiferencia. Así era ello. Un mártir de buenas costumbres y reflejos sin manchas. Uno de esos turbios personajes que prefieren revelarse y rebelarse, de las dos formas. Eso hacía su vida aparentemente plena, sin reproches ni hipocresías que fueran realmente profundos. Lo que pensaran los demás a veces le condicionaba totalmente y en otras ocasiones le daba lo mismo. Mejor vivir bien a su propia manera que incómodo a la del resto. El problema es cuando no sabe como vivir, ni de la forma correcta ni de la que no lo es. Así fueron los días de respuestas perdidas, de preguntas mal formuladas o mudas. Tal vez murió solo.

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