Personal (VIII)

La noche me despierta. Hago lo que tal vez no debiera. ¿comportarme como alguien supuestamente civilizado? jajaja

A veces creo que debajo del odio no hay nada. Porque allí es a donde conduce, a la nada más absoluta, si escarbas un poco. Hay que alimentarlo constantemente, como a un niño pequeño que se moriría. No puede subsistir por sí mismo.
Tal vez lo más justo sería pagar el silencio con el silencio, la no acción con la no acción. Tal vez.
Aún así, no soy capaz. Quiero creer que sí, pero como ya he dicho, hacer eso requiere esfuerzo.
Algo se rompe dentro de mí cuando actúo llevado por el odio y el rencor. Lo no expresado se vuelve acción sorda sin sentido. Tantas posibilidades llenas de lo absurdo que no sé adonde van...

Necesito limpiarme de tantas cosas que me manchan que no sé muy bien por donde empezar. Allí por donde caminé no quiero volver. Puede parecer que conozco las respuestas -esto se parece a aquello- pero no es así. Nada es lo mismo.

Ando perdido. Tanto tiempo sin saber las respuestas, sin tan siquiera tener las ganas de saberlas que he perdido el camino. Arriba y abajo. Lleno de luchas internas, como un vaso en el que no cabe nada más...

Se ha hecho de día. No esperaba llegar de esta forma. Quería evadirme otra vez. Quería despertarme ebrio y huir hacia ninguna parte. Quien sabe. Tal vez lo he conseguido. Esa ignorancia me hace sentir mal. A veces sientes en tu interior que lo que haces no está bien. No es bueno ignorar eso. Lo sé.

Quiero vaciarme de conceptos. Recuperar la energía que ahora no encuentro. Dar las gracias a la apatía por los servicios prestados, pero no, no te necesito más. Cuando sea el momento te volveré a llamar. Llevas demasiado tiempo en primera línea, ¿no crees?

Punzadas en el hígado. Tantos absurdos hechos materia, actos, que me pregunto qué es lo correcto para mí. Bueno, no me apetece seguir aparentando ser una víctima de las circunstancias. Eso es demasiado fácil. Ya sé lo que no me hace bien.

En esta realidad de palabras que no expresan lo que quieren decir me calma la música que esta hecha desde el alma. Hay paz en ella. La banda sonora de whalerider, de lisa gerrard es una de esas músicas mágicas.

Hoy quiero despertar de nuevo. Si así ha de ser, ir a donde tengo que ir, o tal vez no, pero saber el porque. Se me olvida hasta lo más básico...

No hay comentarios:

Publicar un comentario