VISIONES (y VIII)















Libre de culpas, asumo mi identidad. Soy una diosa descendida a la tierra para germinar la semilla eterna. Acojo en mi pecho a todos los seres vivos, a cada uno de ellos sin excepción. Cantaré para vosotros, dulcemente, al oído, la melodía que dio origen a la vida. Sentiréis renacer cuando escuchéis la esencia divina, irrepetible e única, igual a la que anidáis en vuestro interior. Liberaos de miedos, angustias y pulsiones destructivas.
Avancemos cogidos de la mano, como un único ser, y entonando la nota original, nos elevaremos, para en esa armoniosa unión, volar libremente por toda la creación, por el espacio que acerca las estrellas, las galaxias, los soles, los planetas, donde buscaremos al resto de seres conscientes e inconscientes para que se unan a nuestro ejército pacifico. Sin separación, llegaremos al centro de la vida, y allí, en pleno gozo, armonía y éxtasis, explotaremos para que nazca el nuevo ciclo de la existencia.

¡No temáis! La luz creadora es nuestro destino. Nada muere, todo vive. Cumplir tal destino es más digno que malvivir en la oscuridad cotidiana, con vuestro potencial divino enterrado bajo tantas cosas...
Hermanos, hermanas, sin excepción, seguir mi llamado ¡¡hemos de ser libres!!

Abandono temporalmente mi no-forma para volver a tener una vida terrestre. Es mi deber. Me falta una última vida como ser humano para alcanzar mi estado último. No temas, mi amor.

He vivido bajo todas las formas y condiciones que puedan imaginarse en este planeta llamado tierra, nada me queda por experimentar. El aprendizaje ha dado sus frutos. No me arrepiento del tiempo empleado.
Ahora, como os anuncié, debemos fundirnos como un solo ser en el centro creador de la vida.
Nuestro sacrificio nos hará ascender al último peldaño de la evolución. Ya no necesitaremos encarnarnos más en cuerpos físicos. Nuestra esencia energética se expandirá sin límite por este universo y todos los demás, ayudando a la siguiente generación a que cumpla el destino de su ciclo, al igual que tantos seres ascendidos nos ayudaron en el nuestro.
Sonreír.
La hora del gozo eterno está próxima, queridos amigos.
Sonreír.
Que vuestra chispa divina crezca y alimente este gran momento, haceros gigantes y abarcar todo lo existente, después condensaros en un punto, y crear una supernova que devore todo lo que ahora existe.
Para que lo nuevo nazca, lo viejo debe morir.

Ahora sí creo.

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